29 de diciembre de 2013

Tic, tac..Tic, tac

Sus "te quiero" se clavan en mi cabeza como el maldito tic tac de ese reloj. Como cuando te das cuenta de que suena y no puedes parar de pensar en otra cosa que eso, como cuando me dices "te quiero" clavando tus ojos en mi mirar... y pierdo la noción del tiempo y del espacio y entonces ese reloj pierde toda funcionalidad, porque el tiempo deja de ser tiempo y se convierte en azar, y se me quitan las ganas de mirar el reloj, y ni tan siquiera escucharlo puedo ya.

Tic...tac..,tic...tac..,tic...tac...y yo te despojaría de un beso por cada "tic" y de un mordisco por cada "tac", y volaría como lo hace el tiempo cuando eres tú quien me besa la nuca, o yo tu lunar.

Las palabras se las lleva el viento, y todo tiempo al tiempo, pero me rio yo de esto, y aún con lo valioso que dicen que es, le restaría yo valor de no poder pasarlo cobijada en tu piel. 

Chica tan insomne como de costumbre, pero ahora pensándote, y las noches son fugaces como las estrella más rápida del firmamento, que yo nunca me he llevado bien con el tiempo, que ya no sé si es demasiado tarde, o pronto...para volver a hacer el tonto. 

14 de junio de 2013

BlaBlaBla...Bla.


Hoy, un día como cualquier otro, quería aprovechar para hacer hincapié en algo que considero que es importante poner en conocimiento.
Podéis juzgarme sin compasión alguna, podéis cargar vuestra mirada de prejuicios cuando me encuentre en vuestro punto de mira, podéis calificarme con un sinfín de adjetivos, catalogarme de tal o de cual, cuando de hecho conozco personas que dicen no gustarle etiquetar, ya bien sea a las personas o a los sentimientos,  y sin embargo sin apenas conocerme una mínima parte de lo que creen, tienen la osadía de sentenciarme.
Podéis también incluso criticarme, adelante, me es igual. A mis espaldas, o en toda mi face, porque lo único que conseguiréis sustraer de mi será una sonrisita a conjunto con vuestras indiferentes palabras. Ni ira, ni rabia, ni decepción, puesto que me lo espero todo de nosotros, los seres "humanos".
Podríais hacer esto, y mucho más, podríais, pero os advierto de ante mano, que será tan inútil como estúpido. No voy a negar que yo en alguna ocasión, más de las que debería, soy participe de este comportamiento, realmente pienso que es prácticamente inevitable, ¡pero ojo! no estoy proclamando que dejéis de hacerlo, simple y llanamente informo de que me la trae al pairo. Que mientras a unos les hiere, les enfurece, entristece o sucedáneos, a mi me da la risa.
Voy a reconocer públicamente que siempre he sido algo influenciable, desde hace relativamente poco, descubrí que eso me complicaba la vida, no sé muy bien como ni cuando, pero conseguí cambiar progresivamente mi manera de ver las cosas, y comprendí que somos proclives a hablar sin conocimiento de causa, desde la ignorancia y padecemos de sabelotodismo. Que nada es igual cuando es uno mismo quien actúa de una manera u otra, que hay demasiados factores que influyen a la hora de determinar una acción y que ni nadie es perfecto, ni nadie logrará serlo jamas.
Eso sí, me parece muy bien que tengáis una opinión propia, basada en vete tú a saber qué, probablemente poco objetiva y apoyada desde vuestra propia realidad, pero os aconsejo no subestimar a nadie. Es peligroso tanto idealizarlo como menospreciarlo, porque... la vida da muchas vueltas.


Y a aquellos que se creen superiores, no os creáis especiales o distinguidos, malditos hipócritas. ¡Jajajaja!
“Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago”
(Robert De Niro)



24 de marzo de 2013

Libertad relativa.


La libertad, como concepto en si mismo ¿realmente existe? o… ¿La libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer?
Quiero decir, en realidad, ¿es más libre quien hace lo que desea acorde a sus apetencias? O por el contrario, ¿aquel que hace lo que debe, y se siente liberado en cuanto a conciencia nos referimos? 
La verdad amigos míos, ninguno de ellos será libre en su totalidad, puestos que uno está dando la espalda a sus principios, mientras que el otro a sus más ocultos deseos. Es entonces cuando me acecha la duda, y mi mente entra en desconcordia, entonces ¿qué camino debo tomar? ¿Sacio mis necesidades de placer inmediato, o busco hacer lo correcto para estar en paz conmigo misma? 
Puede que si hablamos de que me convendría, lo idóneo es entonces actuar con moralidad, tal vez me cause menos problemas, pero quizá a largo plazo es probable que me inunde una sensación de vacío e insatisfacción muy latente. Y si calmo mis más intensas ambiciones a menudo estaré traicionando a mis ideales. Por lo tanto, igualmente no me sentiré realizado. ¿Qué es entonces más importante? Sencillo. Tan sólo a lo que tú le des más importancia. Tú balanza personal, tus preferencias, tus prioridades… ¿sentirte satisfecho? O… ¿en paz contigo mismo? ¿Difícil verdad? En ocasiones se puede conseguir un equilibrio, muchas otras veces sencillamente no. En resumidas cuentas, la vida se conforma a partir del caos, y de la relatividad de las cosas. 
¿Sabéis algo? Hoy en día los valores están en decadencia, por lo general será más habitual que las personas se salten sus propias normas, y se precipiten hacia la avaricia. Algunos otros predican y enseñan lo justo, pero no son ejemplares. Y un porcentaje muy pequeño saben actuar en concordancia con sus principios. A la hora de la verdad como suelen decir, “ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos” depende, todo depende. 
Me encanta la relatividad. Nunca llueve a gusto de todos. Así que amigos míos, hagan lo que más les convenga, apetezca, o guste. Cada cual se las arregle como buenamente pueda. ¿Solución? No tener conciencia, o bien adaptabilidad, saber afrontar las consecuencias, superarlas.  Me da lo mismo el concepto que tengáis sobre mí, y que no podáis doblegarme con vuestros prejuicios es lo que realmente, me hace libre.

27 de enero de 2013

Duelo ambiguo.


¿Acaso se necesita de una pérdida física de tus progenitores para considerarse uno huérfano?
Hace poco descubrí que lo que yo sentía, vivía, experimentaba, tenía un nombre. Duelo ambiguo resulto denominarse, y creerme que fue peor clasificarlo como tal a la incertidumbre de no saber exactamente de que se trataba.
La pérdida ambigua es la que más ansiedad provoca ya que permanece sin aclarar, y es que percibes a la persona como presente físicamente pero ausente psicológicamente. 

Y así sucedió, su esencia se disipo, y sin apenas percatarme muy poquito a poco lo perdí. El amor hacía su hija ya no se reflejaba en sus ojos azules claros. El amor hacía la vida ya no estaba latente en él, y recordar que antes su todo era tan solo yo, la niña de sus ojos, su pasión. 

He enterrado a mi padre antes de lo previsto, no a su cuerpo, pero si a su alma, que entre recuerdos vive en mi corazón, porque de él ya no queda nada, y parte de mi se llevo. 
Ya he llegado a la fase de resignación, no hay nada que hacer, aceptación consciente, dolor, mucho dolor. Entrar por la puerta y que no sepa dedicarte ni un minuto de su atención, que los reproches hayan abarcado toda nuestra comunicación, le de igual a donde vayas, cuando, con quien, si comes, si duermes, si estas...si vienes, si existes, si te vas.
Siempre la indiferencia es lo que más duele, en un padre, te hiere de gravedad. No le encuentro explicación, no sé que hice mal. Soy consciente de que nunca fui una hija ejemplar, que te atormente con mis berrinches, día tras día, por las noches con mi mal estar, y siempre te recuerdo ahí a mi lado, velando por mi, sin dormir, contándome cuentos, y dedicándome todas esas sonrisas. Regalándome abrazos de romperse. 
¿Donde fue a parar todo ese amor que parecía nunca terminar? yo aún sigo teniendo mucho guardado para ti, besos, abrazos, caricias, mi sonreír...¿como te lo voy a dar, si aún así no los vas a sentir? es como si tu corazón estuviese, pero no supiese latir.
En mi memoria quedo grabado algo, me acerque a ti, te pedí que por favor te cuidaras, que eras muy importante para mi, que te veía desmejorado y te necesitaba para vivir. Con lágrimas en los ojos, te miraba fijamente, esperando tu respuesta, tú sin apenas alzar la cabeza me contestaste que uno menos en el mundo, un problema menos para mi. Sin piedad, ni consideración alguna me dejaste allí, te marchaste y tu puñal se quedo clavado en mi. Desde entonces de vez en cuando me permito romper a llorar. Te quise, te quiero y te querré papá. A pesar de haber desaparecido de mi vida ya, de no reconocerte...no te podre olvidar, todo lo que hiciste por mi, como me enseñaste a madurar. Al fin y al cabo estoy aquí, no debes de haberlo hecho tan mal, yo solo te doy las gracias por todo, y por haberme concebido con amor tú y mamá. 
Yo hace un tiempo estuve orgullosa de ti, ahora me toca coger el relevo he intentar que tú lo estés de mi, no sé si conseguiré despertar algo en ti, pero sé que mi antiguo padre, es lo que habría esperado de mi.

Y a ti, mamá...guardemos en secreto lo nuestro, vale? Demasiados recuerdos que mi mente tiene que procesar, mucho dolor tendría que soportar, doy a la historia ya un punto final. Igualmente, te quiero mamá.